Escribió en 1848 Guillermo Prieto, el cantor de la patria, en los Apuntes para la Guerra entre México y los Estados Unidos:

Recuerdo también las ilusiones y las esperanzas de victoria, tan sinceras, tan nobles de la generalidad, y tan dolorosamente desvanecidas… El momento en que el joven Agustín Iturbide se puso al frente del batallón de Celaya gritando: «¡Conmigo, muchachos, mi padre es el padre de nuestra independencia!» me conmovió hondamente. ¡González Mendoza, lanzándose como un torrente sobre las cabezas enemigas, cantando con sus oficiales el Himno Nacional, era magnífico!

El asalto a Padierna, la llegada allí a los yankees, el encaramarse uno a la astabandera, derribarla, desgarrarla, repisotearla orgulloso, fue horrible; y lo veía a través de mi llanto y aullaba como una mujer… me dolía la sangre, gemía algo dentro de mí que me espantaba… la muerte hubiera sido como agua pura y fresca para mi alma sedienta.

Un instante, un solo instante, que apenas se habría podido medir, con la luz del relámpago tuvimos una alucinación de victoria.

Un oficial obscuro, de Celaya, pequeño de cuerpo, delgado, de movimientos rápidos y con estridente risa, se caló su sombrero ancho forrado de tela, empuñó su espada, dirigió unas cuantas palabras a los soldados que lo rodeaban y prom, prom, prorrom, marchó, arrostrando cuantos obstáculos se oponían a su paso hasta Padierna… Allí asaltó, mató, aniquiló cuanto se le opuso. . . se asió a la astabandera, se encaramó y derribó hecho trizas el pabellón americano . . . y restituyó a su puesto nuestra querida bandera de Iguala, que parecía resplandecer y saludarnos como un ser dotado de corazón y grandeza. Todas las músicas prorrumpieron en dianas; todos los estandartes, guiones y banderas se agitaron en los aires, y todos vitoreamos con lágrimas varoniles aquel instante robado a la fatalidad de nuestro destino.

Chuabilla, que así se llamaba el hermoso oficial autor de la hazaña que acabamos de referir, quedó mortalmente herido… y en los últimos días que atravesó acompañado de la música, sufría aún las consecuencias de aquel arrebato que coloca su sitial y su fama en un lugar tan distinguido en nuestros fastos militares.

Nacido en Molino del Rey, Ciudad de México, el 10 de febrero de 1818, y fallecido en Tacubaya, Ciudad de México., el 2 de marzo de 1897, Guillermo Prieto Pradillo, historiador, poeta y cronista vivió a intensidad como pocos la invasión estadounidense en México,​ llamada también guerra de intervención Estados Unidos-México, este conflicto bélico que enfrentó a los 2 países entre los años 1846 y 1848 fue iniciado a consecuencia de la sed expansionistas de los Estados Unidos, quien como primer paso urdió de mil formas la creación de la República de Texas, que se separó del estado mexicano de Coahuila y Texas, luego la provocación con la entrada del ejército estadounidense en la zona comprendida entre los ríos Nueces y Bravo y la demanda de indemnización al gobierno mexicano por los daños causados en Texas durante su guerra de independencia también fueron acontecimientos detonantes.

Los estadounidenses desembarcaron en Veracruz y ocuparon la capital del país, tras lo cual el gobierno de México se vio obligado a firmar la paz en el tratado de Guadalupe Hidalgo, por el que los Estados Unidos se anexionaron los territorios Mexicanos de la Alta California, Nuevo México y Texas, que hoy forman los actuales estados de California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, Colorado y parte del hoy llamado Wyoming. México fue obligado a ceder 2,400,000 kilómetros cuadrados, más de la mitad de su territorio.

Ahora 147 años después el gobierno mexicano envío a EU una nota diplomática el jueves 6 de mayo de 2021 en la cual solicita se aclare el financiamiento económico que se otorga a través de agencias estadounidenses como la Usaid (una fachada de la C I A) en una acción abiertamente injerencista y violatoria de la constitución a el grupo político empresarial opositor más radical y probadamente golpista autonombrado mexicanos contra la corrupción y la impunidad disfrazado de asociación civil que encabeza el multimillonario Claudio X González Jr. seguido por mendaces políticos, empresarios y expresidentes de corte neoliberal o conservador culpables del saqueo en los años de gobierno neoliberal.

Escribo esto en medio de la vorágine desatada por lo que algunos expertos han llamado guerra híbrida, es decir un conflicto no convencional iniciado y fomentado por los multimillonarios y sus aliados extranjeros desde diversos frentes, el económico, judicial, propagandístico, político, religioso, diplomático y militar entre otros con la intención de sabotear, entorpecer y deponer el gobierno surgido de las primeras elecciones democráticas en décadas con una participación ciudadana sin precedentes.

Los señores del dinero desesperados y rabiosos han enfilado su odio a bayoneta calada con sus innumerables legiones en lo que parece el asalto final para ganar las elecciones del próximo 6 de junio de este año, aunque en las encuestas pagadas por ellos mismos se les muestre como perdedores. Y es que el nuevo gobierno ha hecho lo que prometió en campaña; obligarlos a pagar impuestos, dar prestaciones mínimas a los trabajadores, separarlos del poder político e impedir el saqueo del erario nacional además de iniciar una campaña para llevar ante la ley a quienes se enriquecieron ilícitamente bajo el amparo de gobiernos anteriores.

La pretensión de estos príncipes del infierno es la de arrebatarle a toda costa el congreso a las fuerzas del pueblo para maniatar al gobierno controlando el presupuesto y así mismo echar atrás las reformas impulsadas desde el seno de los actores sociales y populares, es decir la auténtica sociedad civil en efervescencia.

Según algunos teóricos, la guerra híbrida es el empleo sincronizado de múltiples instrumentos de poder adaptados a las vulnerabilidades específicas de la sociedad a través de todo el espectro de las funciones de esta para lograr efectos sinérgicos, coloquialmente dicho es un conflicto en el que se utilizan toda clase de medios y procedimientos convencionales o irregulares como el terrorismo psicológico o el empleo de las más recientes tecnologías para influenciar a la gente como objetivo fundamental provocando una polarización social con la intención de desestabilizar un estado funcional y legalmente constituido.

Es importante resaltar que los agresores actúan casi siempre desde la oscuridad del anonimato evadiendo así la responsabilidad de sus inmorales acciones encubiertas como es el caso de decenas de asociaciones civiles que actúan como fachada en la primera línea de la agresión oligarca.

Esta guerra híbrida contra los mexicanos es también una guerra asimétrica en la que se miden en un choque telúrico 2 fuerzas muy desiguales como es el caso del mortal conflicto protagonizado por el poderoso ejército sionista en el territorio ocupado de Gaza contra un pueblo palestino que resiste la ocupación sin tropas regulares y al amparo de palos y piedras.

En nuestra realidad el poderoso bando empresarial dispone prácticamente de recursos económicos ilimitados, el apoyo de potencias expansionistas neocoloniales, lacayos incondicionales en toda la estructura de gobierno y control casi absoluto de los canales de información y propaganda, por otra parte el bando de la transformación popular tiene a su favor el valor numérico, su capacidad de organización en la lucha, su tradición de resistencia y los poderes ejecutivo y legislativo obtenidos hace casi 3 años.

El factor determinante del lado revolucionario será la heroica tradición de entrega del mexicano de abajo como quedó demostrado de sobra en la guerra contra la invasión estadounidense.

Lucio Anneo Séneca filósofo, político y orador romano nacido en el año 4 a. C. decía que Sólo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones de heroísmo.

A partir de este axioma cabe preguntar, ¿el mexicano lleva el heroísmo en sus genes, en la actualidad qué podemos entender por Héroe, somos capaces pese al condicionamiento de actos heroicos?

“Héroe es quien logra ejemplificar con su acción la virtud como fuerza y excelencia”, dice Fernando Savater, escritor nacido en San Sebastián España en 1947, en su libro La tarea del héroe publicado en 1981. Así mismo, “El héroe prueba que la virtud es la acción triunfal más eficaz donde la virtud es un comportamiento socialmente admirable en el que los hombres reconocen su ideal activo de dignidad y gloria.”

Fernando Savater autor también del clásico Ética para Amador propone una ética infausta porque no presupone el triunfo del bien como la ética clásica religiosa, sino que nos propone el descubrimiento de que jamás podrá darse el triunfo definitivo ni del bien ni del mal, y ese reconocimiento es una de las bases de la ética que se propone.

Al plantear una ética diferente, laica y autónoma alejada de lo establecido y basada en la voluntad individual que nace de la cuestión, ¿qué quiero hacer? En contraposición de lo que debo hacer, dando como propuesta una ética sin optimismos que busca adecuarse a una sociedad contemporánea y supuestamente democrática basada en los deseos individuales y en la otredad o reconocimiento en el otro.

Al ser el hombre una criatura esencialmente narrativa para el que los mitos son aún fundamentales, la evolución conceptual en su tradición persistirá al convertirse en historias que simbolizan el sentido de la vida.

Así el hombre moderno tiene como tarea descubrir qué quiere hacer con su vida mediante acciones y una narrativa que tengan cabida en una sociedad democrática idealmente integrada por personas autónomas que tienden a realizar sus propios deseos. Se plantea así la lucha épica por un ideal democrático de convivencia. este camino largo y seguramente inalcanzable quizá pueda ser uno de los objetivos éticos del individuo.

Nadie puede ser completamente libre si los demás no lo son, el reconocimiento en la libertad del otro alimenta con la potencia de mil soles la voluntad del poder del Héroe.

No tengo duda alguna de que la voluntad del héroe mexicano contemporáneo cumple a cabalidad los postulados de Savater, la inacabable e inacabada lucha por la igualdad de oportunidades y la libertad en nuestra patria será nutrida y reforzada este próximo 6 de junio por la rebeldía de millones de mujeres y hombres libres en busca del ideal democrático pese al colosal enemigo con sus mil tentáculos que todo lo abarca, todo lo corrompe, todo lo tuerce, todo lo tergiversa y quiere a toda costa perpetuar hasta el infinito la explotación, el saqueo y el sometimiento de un pueblo que una vez más se revela y está dispuesto a pelear hasta el último hombre en otro capítulo de la historia por nuestra liberación.