“En la anorexia lo que debiera expresarse en palabras, aparece escrito en el cuerpo”
Hace algunos años nos enteramos de la muerte de dos modelos brasileñas por un trastorno alimenticio llamado clínicamente anorexia.
También, en ese entonces, se presentó en un noticiario una impactante entrevista a una chica que expresaba su angustia por su problema alimenticio y solicitaba apoyo de las diferentes instituciones oficiales dedicadas a la salud.
En ciertas publicaciones se sostiene que los trastornos alimentarios son provocados por la presión social de estar a la moda y por un ambiente de mucho estrés, señalándose que las personas más propensas a padecerlos son las que se sienten inadecuadas en la sociedad, que tienen una baja tolerancia a la frustración o un perfeccionismo muy elevado.
Esto ha provocado que algunos países tomen medidas para evitar que las modelos sean mujeres muy jóvenes y de poco peso.
Diferencia entre anorexia y bulimia
Debemos tener claro que en la anorexia la pérdida de peso es autoinducida; es decir, es provocada por evitar alimentos.
Cuando se consumen, se tienen conductas compensatorias como exceso de actividad física, uso de laxantes y diuréticos, etc.
Por el contrario, las personas bulímicas comen grandes cantidades en periodos cortos, teniendo falta de control sobre la alimentación durante ese momento, y compensando con vómitos autoprovocados, laxantes o diuréticos. En la bulimia, se come abundantemente sin apetito y, generalmente, a solas.
La teoría psicoanalítica sobre la anorexia
Para el psicoanálisis lacaniano se trata de un síntoma que puede presentarse en hombres y mujeres, y en cualquiera de las estructuras clínicas (maneras de ser) que reconoce: neuróticos (histéricos u obsesivos), perversos o psicóticos. Sin embargo, debe mencionarse que se presenta con mayor frecuencia en mujeres de estructura histérica.
Puede entenderse mejor la anorexia a partir del concepto del deseo insatisfecho que Jacques Lacan desarrolló.
Generalmente una persona de estructura histérica buscará inevitablemente tener su deseo insatisfecho; por ello, si se busca colmarla, únicamente se provocará su rechazo. He aquí la razón por la que el novio o novia, de estructura histérica, generalmente prefieren una pareja que no los trata bien y rechazan a quien tiene detalles y los llena de atenciones.
Aunque parezca algo obvio que la anorexia es un síntoma, debemos enfatizar que esto implica para el psicoanálisis que hay un sujeto involucrado. En cambio en una enfermedad orgánica, por ejemplo en el caso de un virus, no hay implicación psíquica de la persona.
El síntoma psíquico (por ejemplo, una parálisis histérica, una anorexia o una bulimia) cumple una función de encubrimiento para evitar muchas veces un sufrimiento mayor[1].
En la anorexia se habla con el cuerpo
Normalmente un médico sana un síntoma orgánico mediante la correcta indicación de medicamentos. El problema empieza cuando atrás de un síntoma, como la anorexia, no hay factores externos, sino “algo que proviene del interior. Algo que le ocurre posiblemente a ese sujeto desde hace mucho tiempo, su infancia o su adolescencia, que quedó reprimido y desconocido para él”[2].
Generalmente la persona anoréxica tiene la convicción de que su padecimiento tiene un motivo actual y cree ser consciente de él. Sin embargo, esto no es así. Las causas son de origen inconsciente y tienen ancladas sus raíces en la infancia.
En la anorexia lo que debiera expresarse en palabras, aparece escrito en el cuerpo. Es decir, la persona anoréxica habla con su carne aquello que no puede decir porque le es inconsciente o le es muy penoso.
Se dice que el cuerpo expresa lo que la mente desea.
Cuando como “soy comida”
Muchas veces se le insiste a la persona anoréxica que coma; no obstante, es lo que no quiere hacer.
Para ella, a nivel inconsciente, “cuando como soy comida” equivale a cuando como soy devorada[3].
Entonces no come para no ser comida, para no ser devorada por el “Otro” (así llama el psicoanálisis lacaniano a la madre, padre o autoridad moral).
Al negarse a comer, busca mantenerse como una persona deseante, intenta así fabricar su ser. En otras palabras, intenta así ser ella misma.