I
He aquí un milagro prismático:
Sube la roca inmemorial
Y sobre su cumbre
Luz que no es luz incesante-larga–mente
reverbera
Toda ella brota canción de tiempo, eco y viento
Volviéndose presente suerte
que sin más se aleja
Y ahí (ya así) siempre apenas silenciosa
Desl(í)za(se) luego aprisa
cuando no aún más con pereza precipita
hasta que ilumina iris–discente
toda la gama del instantáneo amor posible
hacia la flora; hacia la fauna
hacia la vida toda que es
color también que en ese entorno breve anima.
Allá el azul
Acá la transparencia
Desde la entraña el siempre
Desde la constancia el hoy
Y nada más //
… todo es poema si en tu recuerdo se condensa.
II
He aquí un milagro basáltico:
Venimos
Somos, brillamos, cantamos, saltamos.
Seremos (después…) solo agua que viaja.